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“Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”. Casa de ladrones e idólatras.

El Señor nuestro Dios no tiene necesidad de nuestros sacrificios materiales, porque de Él es todo lo que tenemos.

“Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”.

“Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo;”

(Hageo 2:8) “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”.

(1 Crónicas 29:11-17) “11 Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. 13 Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre.
14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. 15 Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura. 16 Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar casa a tu santo nombre, de tu mano es, y todo es tuyo.
17 Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada;(…).”

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(Isaías 56:7) “7 yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.”

La corrupción se apoderó del alma del hombre y la casa de oración se convirtió en casa de ladrones.

"¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre?"

"Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”.

"y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado."

(Jeremías 7:10-11) “10 ¿vendréis y os pondréis delante de mí en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones? 11 ¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre? He aquí que también yo lo veo, dice Jehová.”

(Mateo 21:13; Lucas 19:46) “46 diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”.

(Marcos 11:17) “Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones?
Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”.

(Juan 2:13-17) "13 Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,
14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.
15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; 16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.
17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume."

(Salmos 69:9) "9 Porque me consumió el celo de tu casa; Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí."

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¿Por qué Dios dice de esta manera por medio del profeta Jeremías: "¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre?"?

En los tiempos antiguos los servidores de Dios profesaron conocer a Dios y Su verdad, pero con los hechos lo negaron.

“Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio.”

(Miqueas 3:11) “11 Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.”

(Isaías 1:23) “Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas;
no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.”

(Isaías 56:11-12) “11 Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado. 12 Venid, dicen, tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, o mucho más excelente.”

(Ezequiel 21:28-29) “28 Y tú, hijo de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho Jehová el Señor acerca de los hijos de Amón, y de su oprobio. Dirás, pues: La espada, la espada está desenvainada para degollar; para consumir está pulida con resplandor.
29 Te profetizan vanidad, te adivinan mentira, para que la emplees sobre los cuellos de los malos sentenciados a muerte, cuyo día vino en el tiempo de la consumación de la maldad.”

(Ezequiel 33:31) “Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia.”

(Jeremías 6:13; Jeremías 8:10) “Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores.”

(Jeremías 23:21) “21 No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban.”

(Jeremías 23:26-27) “26 ¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira, y que profetizan el engaño de su corazón? 27 ¿No piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal?”

(Jeremías 7:1-20) "1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
2 Ponte a la puerta de la casa de Jehová, y proclama allí esta palabra, y di: Oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que entráis por estas puertas para adorar a Jehová.
3 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar.
4 No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este.
5 Pero si mejorareis cumplidamente vuestros caminos y vuestras obras; si con verdad hiciereis justicia entre el hombre y su prójimo, 6 y no oprimiereis al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro,
7 os haré morar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre.
8 He aquí, vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan. 9 Hurtando, matando, adulterando, jurando en falso, e incensando a Baal, y andando tras dioses extraños que no conocisteis,
10 ¿vendréis y os pondréis delante de mí en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones?
11 ¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre? He aquí que también yo lo veo, dice Jehová.
12 Andad ahora a mi lugar en Silo, donde hice morar mi nombre al principio, y ved lo que le hice por la maldad de mi pueblo Israel.
13 Ahora, pues, por cuanto vosotros habéis hecho todas estas obras, dice Jehová, y aunque os hablé desde temprano y sin cesar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis; 14 haré también a esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, en la que vosotros confiáis, y a este lugar que di a vosotros y a vuestros padres, como hice a Silo.
15 Os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la generación de Efraín.
16 Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni me ruegues; porque no te oiré.
17 ¿No ves lo que éstos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?
18 Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.
19 ¿Me provocarán ellos a ira? dice Jehová. ¿No obran más bien ellos mismos su propia confusión?
20 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que mi furor y mi ira se derramarán sobre este lugar, sobre los hombres, sobre los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra; se encenderán, y no se apagarán."

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"Porque tanto el profeta como el sacerdote son impíos; aun en mi casa hallé su maldad, dice Jehová."

“¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida?”

“He aquí yo estoy contra vosotros, dice Jehová el Señor”

(Ezequiel 13:18, 20) “18 y di: Así ha dicho Jehová el Señor: !!Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las manos, y hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas!
¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida?
20 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra vuestras vendas mágicas, con que cazáis las almas al vuelo; yo las libraré de vuestras manos, y soltaré para que vuelen como aves las almas que vosotras cazáis volando.”

(Ezequiel 34:2-4) “2 Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: !!Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños?
3 Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas.
4 No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.”

(Jeremías 23:1-2) “1 !!Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová.
2 Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová.”

(Jeremías 23:10-12) “10 Porque la tierra está llena de adúlteros; a causa de la maldición la tierra está desierta; los pastizales del desierto se secaron; la carrera de ellos fue mala, y su valentía no es recta.
11 Porque tanto el profeta como el sacerdote son impíos; aun en mi casa hallé su maldad, dice Jehová.
12 Por tanto, su camino será como resbaladeros en oscuridad; serán empujados, y caerán en él; porque yo traeré mal sobre ellos en el año de su castigo, dice Jehová.”

(Ezequiel 13:8) “8 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto vosotros habéis hablado vanidad, y habéis visto mentira, por tanto, he aquí yo estoy contra vosotros, dice Jehová el Señor.”

(Sofonías 1:10-13) "10 Y habrá en aquel día, dice Jehová, voz de clamor desde la puerta del Pescado, y aullido desde la segunda puerta, y gran quebrantamiento desde los collados.
11 Aullad, habitantes de Mactes, porque todo el pueblo mercader es destruido; destruidos son todos los que traían dinero.
12 Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal.
13 Por tanto, serán saqueados sus bienes, y sus casas asoladas; edificarán casas, mas no las habitarán, y plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas."

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Y no solamente “sus sacerdotes enseñan por precio.” aun más graves pecados fueron descubiertos en casa de Dios.
Las malvadas abominaciones de idolatría en el templo de Jehová.

(Jeremías 7:30) “30 Porque los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dice Jehová;
pusieron sus abominaciones en la casa sobre la cual fue invocado mi nombre, amancillándola.”

(Ezequiel 8:4-18) "4 Y he aquí, allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo.
5 Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte. Y alcé mis ojos hacia el norte, y he aquí al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada.
6 Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? Pero vuélvete aún, y verás abominaciones mayores.
7 Y me llevó a la entrada del atrio, y miré, y he aquí en la pared un agujero.
8 Y me dijo: Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta.
9 Me dijo luego: Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí.
10 Entré, pues, y miré; y he aquí toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared por todo alrededor.
11 Y delante de ellos estaban setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y subía una nube espesa de incienso.
12 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehová; Jehová ha abandonado la tierra.
13 Me dijo después: Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que hacen éstos.
14 Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz.
15 Luego me dijo: ¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que estas.
16 Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente.
17 Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después que han llenado de maldad la tierra, se volvieron a mí para irritarme; he aquí que aplican el ramo a sus narices.
18 Pues también yo procederé con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré."

(Ezequiel 20:30-39) "30 Di, pues, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones? 31 Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy;
¿y he de responderos yo, casa de Israel? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no os responderé.
32 Y no ha de ser lo que habéis pensado. Porque vosotros decís: Seamos como las naciones, como las demás familias de la tierra, que sirven al palo y a la piedra.
33 Vivo yo, dice Jehová el Señor, que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros;
34 y os sacaré de entre los pueblos, y os reuniré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado; 35 y os traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara. 36 Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice Jehová el Señor. 37 Os haré pasar bajo la vara, y os haré entrar en los vínculos del pacto; 38 y apartaré de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí;
de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de Israel no entrarán; y sabréis que yo soy Jehová.
39 Y a vosotros, oh casa de Israel, así ha dicho Jehová el Señor: Andad cada uno tras sus ídolos, y servidles, si es que a mí no me obedecéis; pero no profanéis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos."

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¿Ha sido cambiado esto el día de hoy?
La respuesta es no. Como fue en los tiempos antiguos así sucede en los tiempos presentes.

El Señor Jesucristo nos advierte:

(Lucas 12:1) “1 En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.”

(2 Timoteo 3:5) "5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita."

(2 Timoteo 4:3-4) “3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.”

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Los falsos hermanos introducidos a escondidas.

“Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas”

(Mateo 23:15) “!!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.”

(Gálatas 2:4) “y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud,”

(Hechos 20:29-30) “29 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. 30 Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.”

Los líderes de las religiones ("Estos son fuentes sin agua") con sus falsas doctrinas engañan a la gente llevándola muy lejos de la verdad de Dios, haciendo mercadería de los creyentes, sacando mayor provecho en todas formas posibles.

“Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción.”

"por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas."

(2 Pedro 2:19) “19 Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció.”

(Romanos 6:16) “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”

(2 Pedro 2:3, 12-14, 17-18) “3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.
12 Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición,
13 recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores.
14 Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.
17 Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre.
18 Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error.”

(Tito 1:10-11) “10 Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, 11 a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene.”

(Judas 1:16) “Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho.”

(1 Timoteo 6:5) “disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales”.

(Romanos 16:17-18) “17 Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.
18 Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.”

(Filipenses 3:18-19) “18 Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; 19 el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.”

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Los predicadores religiosos dan por dinero, enseñan por dinero y viven del dinero. Para esto necesitan de asambleas, congregaciones y definitivamente templos de piedra.

La raíz de todos los males es el amor al dinero que mora en las almas adúlteras y mentirosas.

(1 Timoteo 6:5-10) “5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. 6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”

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Las religiones (independientemente del nombre que tengan), son un negocio con manipulación de las Escrituras, porque en ellas se predica lo que no es, es decir, la antigua Ley que fue abolida, por avaricia de dinero y comodidades. Las religiones representan las tradiciones de hombres y no la doctrina del Señor Jesús y Su Ley dada por el Espíritu.

Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan.

(Tito 1:15-16) “15 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.
16 Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.”

(1 Juan 2:4) “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;”

Es notable que la gente siempre mencione a Dios en sus diálogos, monólogos, discursos, escritos, pero lo mencionan en vano, sólo como partes funcionales gramaticales y no como al Todopoderoso Dios de la Creación.
También es cierto que hay muchas personas que profesan la fe en Jesucristo, pero cuyas acciones no son consecuentes con sus palabras, pues su conducta y modo de vivir difieren tanto de las enseñanzas del Señor Jesucristo como el día de la noche.
Las cosas convencionales y sociales, las cortesías y el altruismo, todo son fórmulas para dar un aire de respetabilidad. Y para dar más peso, se añade el «Cristianismo». Pero en realidad el mundo ha vuelto su espalda a Cristo Jesús, aunque Su Santo nombre es profesado en muchos sitios. En el mundo la gente no quiere saber nada de El.
Lamentablemente el Santo nombre de Cristo está en los labios de miles que nunca han tomado su «yugo sobre sí».

"… de labios me honran; Mas su corazón está lejos de mí…"

"… su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado…"

"… oirán tus palabras, y no las pondrán por obra… el corazón de ellos anda en pos de su avaricia…"

(Salmos 78:35-36) “35 Y se acordaban de que Dios era su refugio, Y el Dios Altísimo su redentor. 36 Pero le lisonjeaban con su boca, Y con su lengua le mentían;”

(Mateo 15:6-9) “6 ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.
7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.
9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.”

(Isaías 29:13) “Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;”

(Ezequiel 33:31) “Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia.”

(Marcos 7:6-8) “6 Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. 7 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. 8 Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres (…)”.

(Jeremías 12:2) “Los plantaste, y echaron raíces; crecieron y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones.”

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Los que piden de sus consiervos diezmos y limosnas, como si estas fuesen para Dios, mal hacen, engañan a los hombres, porque el reino de Dios no es dinero, sino un corazón humilde y misericordioso, apto para dar sin esperar recibir a cambio.

(Romanos 14:17-18) “17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres.”

El siervo del Señor no debe ser codicioso de ganancias deshonestas.

(Tito 1:6-9) “6 el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. 7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, 8 sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9 retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.”

Verdaderos creyentes en Dios, fieles seguidores y mensajeros del Señor Cristo Jesús están fuera de las doctrinas de todas las iglesias, sectas y religiones. Ellos no buscan las doctrinas de los hombres sino obedecen a Dios Padre en el Espíritu y andan por los caminos trazados por el Señor Jesucristo.