Archivo de la categoría: H. Mejor es adquirir Sabiduría que oro preciado.

Los que adquieren la Sabiduría se ganan la amistad y la protección de Dios.

(Eclesiástico 40:20) «El vino y la música alegran el corazón, pero más todavía el amor a la sabiduría.»

(Eclesiástico 40:26) «26 La riqueza y la fuerza reconfortan el corazón, pero más todavía el temor del Señor. Con el temor del Señor, nada falta, y ya no es necesario buscar otra ayuda.»

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(Job 11:6) “Y te declarara los secretos de la sabiduría, Que son de doble valor que las riquezas!”

(Proverbios 8:1, 10-11) Excelencia y eternidad de la Sabiduría
“1 ¿No clama la sabiduría, Y da su voz la inteligencia?
10 Recibid mi enseñanza, y no plata; Y ciencia antes que el oro escogido.
11 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas;
Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella.”

(Proverbios 8:18-21) “18 Las riquezas y la honra están conmigo; Riquezas duraderas, y justicia.
19 Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; Y mi rédito mejor que la plata escogida.
20 Por vereda de justicia guiaré, Por en medio de sendas de juicio,
21 Para hacer que los que me aman tengan su heredad, Y que yo llene sus tesoros.”

La Sabiduría de Dios no tiene precio, ella es mejor que todo el oro del mundo.

(Sabiduría 7:7-12, 14)
“7 Por eso oré, y me fue dada la prudencia, supliqué, y descendió sobre mí el espíritu de la Sabiduría.
8 La preferí a los cetros y a los tronos, y tuve por nada las riquezas en comparación con ella.
9 No la igualé a la piedra más preciosa, porque todo el oro, comparado con ella, es un poco de arena; y la plata, a su lado, será considerada como barro.
10 La amé más que a la salud y a la hermosura, y la quise más que a la luz del día, porque su resplandor no tiene ocaso.
11 Junto con ella me vinieron todos los bienes, y ella tenía en sus manos una riqueza incalculable.
12 Yo gocé de todos esos bienes, porque la Sabiduría es la que los dirige, aunque ignoraba que ella era su madre.
14 Porque ella es para los hombres un tesoro inagotable:
los que la adquieren se ganan la amistad de Dios, ya que son recomendados a él por los dones de la instrucción.”

(Job 28:12-13, 15-19) “12 Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Dónde está el lugar de la inteligencia?
13 No conoce su valor el hombre, Ni se halla en la tierra de los vivientes.
15 No se dará por oro, Ni su precio será a peso de plata.
16 No puede ser apreciada con oro de Ofir, Ni con ónice precioso, ni con zafiro.
17 El oro no se le igualará, ni el diamante, Ni se cambiará por alhajas de oro fino.
18 No se hará mención de coral ni de perlas; La sabiduría es mejor que las piedras preciosas.
19 No se igualará con ella topacio de Etiopía; No se podrá apreciar con oro fino.”

(Proverbios 3:13-18) “13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia;
14 Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino.
15 Más preciosa es que las piedras preciosas;
Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.
16 Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda, riquezas y honra.
17 Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz.
18 Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano, Y bienaventurados son los que la retienen.”

(Proverbios 16:16) “Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; Y adquirir inteligencia vale más que la plata.”

(Eclesiastés 7:12) “Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero;
mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores.”

(Salmos 119:72) "Mejor me es la ley de tu boca Que millares de oro y plata."

(Eclesiástico 1:16-17) El temor del Señor, fuente y plenitud de la Sabiduría
“16 La plenitud de la sabiduría es el temor del Señor y ella los embriaga con sus frutos:
17 les colma la casa de bienes preciosos y con sus productos llena sus graneros.”

(Eclesiástico 24:1, 12-17)
"1 La sabiduría hace el elogio de sí misma y se gloría en medio de su pueblo,
12 Yo eché raíces en un Pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su herencia.
13 Crecí como un cedro en el Líbano y como un ciprés en los montes del Hermón; 14 crecí como una palmera en Engadí y como los rosales en Jericó; como un hermoso olivo en el valle, y como un plátano, me elevé hacia lo alto.
15 Yo exhalé perfume como el cinamomo, como el aspálato fragante y la mirra selecta, como el gálbano, la uña aromática y el estacte, y como el humo del incienso en la Morada.
16 Extendí mis ramas como un terebinto, y ellas son ramas de gloria y de gracia.
17 Yo, como una vid, hice germinar la gracia, y mis flores son un fruto de gloria y de riqueza."