Archivo de la categoría: 3. Los hombres no creyeron en la Palabra de Dios traída por medio del Señor Jesucristo.

Los hombres no creyeron en el Señor Jesucristo y en Su Palabra de vida.

No creyeron en el Señor Jesucristo cuando El vino a la tierra, no creyeron en Su Palabra y en las advertencias, aun cuando El hizo tanta cantidad de milagros y obras como prueba de la Verdad de Su testimonio.

(Juan 3:31-32) “El que de arriba viene, es sobre todos;
el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla;
el que viene del cielo, es sobre todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica;
y nadie recibe su testimonio.”

(Juan 17:14) “Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado,
porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.”

Escuchando las palabras y viendo los hechos y las obras del Señor Jesucristo, que ningún otro ha hecho, no Le creyeron y no Lo escucharon, sino aborrecieron.

(Juan 5:37-47)
“37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,
38 ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis.
39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; 40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.
41 Gloria de los hombres no recibo.
42 Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.
43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.
44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?
45 No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.
46 Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.
47 Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?”

(Juan 8:37-38)
“37 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme,
porque mi palabra no halla cabida en vosotros.
38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.

(Juan 8:39-47) [ Sois de vuestro padre el diablo ]
“39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.
40 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.
41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.
42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.
43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.
44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.
46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye;
por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.”

(Juan 10:23-39)
“23 y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.
24 Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;
26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
30 Yo y el Padre uno somos.
31 Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.
32 Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?
33 Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
34 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?
35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),
36 ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?
37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis.
38 Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.
39 Procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos.”

(Juan 4:48) «Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.»

(Juan 12:37)
“37 Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos,
no creían en él;”

(Lucas 22:67) “¿Eres tú el Cristo? Dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no creeréis;”

(Juan 3:12)
“Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?”

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Todos los que no creyeron no eran de Dios.

(Juan 8:47)
“El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.”

(1 Juan 4:6)
“Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye;
el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.”

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No solo no creyeron sino que también aborrecieron a Aquel a Quien envió Dios el Padre Celestial.

(Salmos 22:6)
“Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.”

(Isaías 53:2-3) "2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.
3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos."

(Hebreos 12:3)
“Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo,
para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.”

(Juan 7:7) “No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.”

(Juan 15:18) [ El mundo os aborrecerá ]
“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.”

(Juan 15:24)
“Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado;
pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre.”

¿Por qué el Señor Jesucristo dijo que aborrecieron a El mismo y a Dios el Padre? Porque Dios Altísimo estuvo con el Señor.

(Juan 8:29) “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre,
porque yo hago siempre lo que le agrada.”

(2 Corintios 5:18-19) El ministerio de la reconciliación
“18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo,
no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.”

(Hechos 10:38)
“cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.”

Por eso los que no creyeron en las palabras y en los hechos del Señor rechazaron también al Dios Padre.

(Juan 14:10-11)
“10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.”

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Y aquí vemos incredulidad y la poca fe en la Palabra de Dios.

(Mateo 27:41-42)
“41 De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: 42 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar;
si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.”

(Juan 12:42-43)
“42 Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. 43 Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.”

(Juan 20:25)
“Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.”